por Álvaro el 27 Oct 2010, 15:16
A ver, la cuestión no somos los humanos en sí, sino cómo tratamos nosotros la Tierra. Por poner un ejemplo, hemos inventado las centrales termoeléctricas de carbón, nucleares, eólicas, fotovoltaicas, etc. Hemos ido evolucionando para conseguir un futuro más limpio, pero para que el humano se acondicione, necesita de algún modo conseguir esa energía, sea de una manera limpia o no. Cuando ya la tiene, la invierte en conseguir otras formas de obtener energía, como las plantas de fusión nuclear o los coches que funcionan con gas hidrógeno.
El problema recae en todo ser humano de este planeta, pero para solventarlo tenemos que empezar por nosotros mismos y por la gente que nos rodea. Así por ejemplo no podemos tomar una postura de decir: pues yo no reciclo, que lo hagan los demás. Precisamente quizá mucha gente lo haga, pero si lo hace uno más, probablemente podremos conservar un árbol más, dejar de explotar un día más una mina de aluminio o cualquier otra cosa...
Precisamente esos son nuestros problemas, no ahorramos o no aprovechamos lo que tenemos. En la televisión salió una vez un reportaje de costes innecesarios en material de embalaje de alimentos y productos. Colaboramos con el medio ambiente si compramos un kilo de galletas caseras y las llevamos en una bolsa de plástico que podemos reutilizar. Si en vez de comprar la caja de cartón que dentro lleva los embalajes de plástico con galletas dentro, compramos un paquete simple de galletas envuelto por una fina capa de plástico metalizado, probablemente hagamos mucho al mundo. Y así podemos poner muchos ejemplos... el ejemplo de la luz es el que más me gusta, y es que el ser humano ha inventado miles de lámparas diferentes. Así, la luz incandescente, que era la que todos tenemos en nuestra casa, va a ser sustituida en muy poco tiempo por CFL, que son lámparas de bajo consumo basadas en la forma compacta de un tubo fluorescente. Y no llega ahí la cosa, hemos sabido desarrollar una lámpara formada por diodos LED que consumirá dos o tres míseros vatio por hora, con la misma intensidad lumínica que una lámpara incandescente de 60 vatios. El ahorro lumínico además compensado por un 90% de emisiones de gases invernadero menos.
Por ello, para terminar, creo que todo tiene su tiempo, que debemos razonar nuestro consumo y siempre usar las tres R: Reutilizar, Reducir y Reciclar. Imaginaos si esto se hiciera en todos los lugares del mundo con un seguimiento del 60 o 70%... probablemente estuviéramos hablando de un descenso drástico en las emisiones de gases a la atmósfera, y éste sería nuestro comienzo. Quiero nombrar a un lector de nuestro foro, Utópico, porque lo que vivimos ahora es lo que siempre quedará, una utopía que probablemente no viviremos o no llegue nunca.